Las pequeñas cosas...
- magdafitipaldi
- 14 abr 2016
- 1 Min. de lectura

El pasto sobrepasaba su pequeña estatura, y aunque estaba llenito de flores, cada vez que recogía una gritaba de alegría como si fuese la primera, "Mirá! Otra más!" y se la pasaba al papá que la seguía caminando despacio, con paciencia, llevando en la mano un ramo de flores salvajes y coloridas.
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