GRACIAS.

 

Gracias por tu idiosincracia que hizo que este viaje sea incomparable a los demás.
Por tu rica historia y compleja realidad que me exigió a analizar y cuestionar la mía.

Gracias por tu gente, que con su simpatía, amabilidad y generosidad me demostró una vez más que el ser humano es Bueno por naturaleza.

Por llenar de emoción mis días, de aventuras mis recuerdos y de nuevas amistades mi corazón.

Gracias por conmoverme con tus paisajes, deleitarme con tus comidas, y contagiarme con el ritmo de tu música. 
Por tus casas coloridas que me alegraron cada mañana, las tardes que pasé acompañada de charlas espontáneas en el Malecón y los atardeceres reflejados en el agua cristalina de las playas de Guanabo; por las noches interminables jugando al dominó en Cienfuegos y las de parranda en Trinidad.

 

Gracias por tu sencillez que me enseñó a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida...
Por acogerme, cambiarme y hacerme crecer.

Me despido feliz de haberte conocido, agradecida por las experiencias que me diste la oportunidad de vivir...
Por la bendición de haber encontrado en extraños una multitud de amigos, familia.

 

Gracias por regalarme estas inmensas ganas de volver, sin haberme ido todavía....
Me voy convencida de que muy pronto nos volveremos a ver.

 

Hasta el reencuentro,

Una viajera enamorada.